26 de abril: Día de la Visibilidad Lésbica
UBI SUNT?
LESBIANA. Aquella que vive en un pueblo de amantes, aquella cuyo interés se dirige en primer término a sus amantes, aquella que siente un deseo violento por sus amantes, aquella que “no vive en el desierto”, que no está “perdida”.
M. WITTIG y SANDE ZEIG, Borrador para un diccionario de las amantes
Desde siempre he sabido que el lenguaje es un arma cargada de poder y por eso se nos hace importante saber utilizar las palabras. Entendemos que aquello que no se nombra, no existe. Pero no basta con un día clavado en el calendario, es posible apostar por la existencia cordial y plural de todas las personas, o por lo menos, así nos gusta pensarlo; siendo así, hagámoslo poquito a poco realidad.
Me enfrento a mañana con el tópico literario Ubi sunt, “dónde están”. Dónde están las lesbianas que recorren las calles de Granada, dónde las que son de aquí, las que pasan por aquí. Dónde las lesbianas universitarias, las precarias, las que laboran, dónde las independientes o dependientes. Dónde las lesbianas con pareja o con tríos y más tríos, las que no la tienen, por opción o por destino. Dónde las que siguen dentro del armario, -disculpen, son las únicas por las que no puedo preguntar-, dónde las que han realizado ya su salida del armario y que optan por utilizar su visibilidad como una ruptura con la “heterosexualidad obligatoria”. Dónde están, ¿dónde? Y sé, me consta que como dice la cita que abre el texto “no están perdidas”, “no viven en el desierto”, solo aman a sus amantes.
Crean redes, fortalecen lazos afectivo-sexuales, económicos, construyen su familia elegida, ríen y lloran juntas. Porque “la lesbiana”, en su cuerpo, en sus placeres, también en su mente, en su psique, en su subjetividad, en todos los ámbitos de su existir escapa de la heterosexualidad, o al menos, lo intenta. Y ese “sentirnos en los márgenes” es lo que nos hace cada día un poquito más libres, no importa la “penalización social”, o si. Lo único certero en este día, y en los anteriores y posteriores es la lucha como mujeres (o no), como lesbianas y como tantas otras identidades, por una sociedad más justa en todos los ámbitos en los que nos movemos. Y, si no es así, poco importan las identidades, yo seguiré preguntando dónde están.
Antonia López Valera
Granada, 25 de abril de 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario