Astronomía. Carolyn Shoemaker
¿Cómo se formaron los cráteres de la Luna y algunos de los que se ven en la superficie de la Tierra? Se pensaba que los cráteres de la Tierra, como el Meteor Crater de Arizona, eran formaciones volcánicas. Al observar la Luna, se vieron similitudes entre los cráteres de ésta y los encontrados en la Tierra. Surgió la teoría que afirmaba que dichos cráteres se habían formado como consecuencia del impacto de asteroides. Pero nadie había probado esta teoría, hasta hace 20 años.
Esta teoría fue confirmada por Carolyn y Eugene Shoemaker en 1994 al documentar el impacto del cometa Shoemaker-Levy 9 en Júpiter. Sus investigaciones se remontan a 1960, cuando comenzaron a investigar el Meteor Crater de Arizona tras estudiar los cráteres producidos por explosiones nucleares en campos de prueba.
Mientras observaban Júpiter con el telescopio, detectaron un cometa en la órbita del planeta. “Fue emocionante. Nadie había visto nunca un cometa en la órbita de Júpiter, aunque sabíamos que habían pasado más, pero nadie había visto el impacto de un cometa en otro cuerpo del espacio”, afirma Carolyn. El impacto fue tan grande que se podía ver como un punto negro del tamaño de la Tierra.
Carolyn Shoemaker (Carolyn Jean Spellmann, nombre de soltera) de joven consideraba la Astronomía una ciencia “relegada solo a hombres mayores con barbas blancas y pipas de fumar”. En los años 60 se consideraba a las mujeres “útiles en astronomía por su atención al detalle, pero no por sus estudios”.
Un astrónomo, Bobby Bus, enseñó astronomía a Carolyn, que poco a poco fue trabajando en la carrera de Astronomía Planetaria, lo que le encantaba por “la oportunidad de seguir aprendiendo cosas nuevas cada día”. La emoción del descubrimiento le producía una profunda satisfacción.
Cuando Carolyn comenzó la búsqueda de asteroides y cometas cercanos a la Tierra, admite se consideró una tarea excéntrica. La importancia de su búsqueda, incluido el concepto de riesgo potencial de un impacto para el futuro de la vida en la Tierra, no fue entendida por la sociedad. “No podemos predecir la llegada de cometas de largos períodos, y es necesario aprender más si queremos defender nuestro planeta, necesitamos conocer mucho más sobre sus estructuras. ¿Son cuerpos sólidos que emiten gas y polvo o son bolas de nieve voladoras no consolidadas que se rompen fácilmente o son toda una gama intermedia? ¿Algunos asteroides son en realidad cometas extintos cuya actividad se ha apagado? ¿Podrían los cometas ser fuente de agua para viajes espaciales? ¿Trajeron los cometas la vida a la Tierra o los nutrientes para la vida?”
El trabajo de Carolyn Shoemaker consiste en estudiar placas fotográficas y películas tomadas del cielo nocturno cada hora. La técnica usa el estereoscopio, que permite la búsqueda en dos placas fotográficas simultáneamente. Los cometas y asteroides aparecen “flotando” sobre la superficie de las estrellas. Es un trabajo lento y metódico que requiere práctica para descartar entre polvo o imperfecciones de la película y objetos cercanos a la Tierra (NEA, Near Earth Asteroids).
Carolyn encontraba un cometa por cada cien horas de búsqueda. La pasión por su trabajo compensaba las largas noches de trabajo tedioso y pesado. “Mi amor por los cielos nocturnos crecía mientras observaba en el observatorio del Monte Palomar en California, y ese amor nunca ha disminuido”.
Es difícil separar las carreras y las vidas de Carolyn y Eugene Shoemaker. Junto a Gene y David Levy, descubrió el cometa Shoemaker-Levy 9 (SL 9) en 1993, que impactaría contra Júpiter en julio de 1994. Carolyn cuenta que la primavera de 1993 fue húmeda, buena para las flores silvestres pero mala para ver cometas. “Hacía un tiempo terrible en la montaña. En enero tuvimos una noche buena. En febrero, una hora buena”. En marzo, el equipo tuvo mejor tiempo y fue cuando descubrieron el cometa.
El cometa SL 9 pasó en 1992 cerca de Júpiter rompiéndose en 21 fragmentos debido a la gravedad del planeta. Entre los días 16 y 22 de julio de 1994 los fragmentos impactaron contra Júpiter, siendo la primera vez que la comunidad científica podía observar un acontecimiento de estas características.
A día de hoy, con 85 años, Carolyn Shoemaker ha descubierto 32 cometas y más de 800 asteroides.
Actualmente hay varios programas activos diseñados para encontrar NEA y PHA (Potencially Hazardous Asteroids; asteroides potencialmente peligrosos). En enero de 1996 se creó la Spaceguard Foundation con el objetivo principal de promocionar y coordinar los descubrimientos y determinación de órbitas de los NEA a nivel internacional. El programa desarrollado por el OAM (Observatorio Astronómico de Mallorca) desde 2006 desde la Sierra de La Sagra, en Granada, es actualmente el programa europeo que más NEA está detectando. Este grupo ha descubierto, aproximadamente, unos 6000 asteroides.
Hasta ahora no se conoce ningún NEA con una probabilidad de colisionar con la Tierra mayor que 1 entre 100.000.
Reconocimientos:
· Doctora honoris causa por la Northern Arizona University de Flagstaff en 1990.
· Premio “Scientists of the Year” en 1995.
· Medalla “Exceptional Scientific Achievement” de la NASA en 1996.
· Medalla “James Craig Watson” en 1998.
· Premio anual del Planetary Defense Conference 2013.
(Antonio J. Iáñez Aspizua)
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